jueves, 11 de septiembre de 2014

Reflexiones entre pasos

Muchas personas, diferentes motivos.
Un tiempo después del verano, en el que muchos albergues están cerrados y el qie se aventura se queda con la incertidumbre quedarse sin plaza y  dormir al raso o bajo el pórtico de una Iglesia. Un camino por el Norte de España lleno de contrastes, pero que sin duda merece la pena para una persona que le gusta el mar. Unas vistas que subjetivamente no tienen precio. De un paisaje verde y azul, bosques, playas, industrias, minas...
Un camino para hacerlo sólo o acompañado, para decidir si conocer o seguir, para crecer, ver cultura, estar con la naturaleza. Cada uno a su manera, en silencio o entre risas pero nunca sin olvidar la humildad y la esencia del camino, unos principios básicos donde nos puedes exigir sin que se convierta en un negocio pero que ayude al entorno. Una magía de pasos norte que aquel que le guste caminar le va a encantar.

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