El avión despegó con una maravillosa vista de la luna y discurrió terminando de ultimar los detalles e itinerario. También encontré a una paisana, una chica de fuengirola muy simpática y, la verdad que me alegra encontrar gente cercana.
Una vez en Bilbao, lo primordial es encontrar la oficina de turismo, tarea fácil excepto por la hora de apertura que no abre hasta las 10. El Guggenheim esta cerca, un monumental edificio digno de ver al igual que su ría, que me recuerda a Dublin.
El itinerario es el siguiente, ver la ciudad rumbo Oeste, volver rumbo Este viendo todos los puntos de interés hasta la Catedral de Santiago de Bilbao y luego hacia el albergue y pasar la noche allí. Un itinerario completado despues de ver casi todos los puntos de inteteres y tras andar unos 20km viendo la ciudad. Destacaría el edificio de la Alhóndiga, la Estación de tren, el casco antiguo (Plaza nueva), Catedral de Santiago, la Ría Bilbaina, el Guggenheim, Basílica de Begoña (por sus vistas) y al que le guste el fútbol el campo de San Mamés.
Para ir al albergue el autobús que nos deja más cerca es el 58, en Altamira.
Las vistas que hay cerca del albergue merecen la pena.
La salida es dirección Portugalete siguiendo la Ría según la recomendación de otro peregrino, más experto, ex-hospitalero y paisano del lugar. La verdad que tener el agua a la vista es una sensación reconfortante. En Portugalete, parada estratégica, comprando lo necesario para la jornada, visitando los pocos puntos turisticos y avanzando a Pobeña, el siguiente pueblo con albergue público. Por cierto, un lugar encantador, con su playa cerca y lo que nos queda por ver...
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