lunes, 20 de agosto de 2012

Más de mil visitas

Gracias a tod@s mis seguidores porque desde que creé este blog ya he recibido más de mil visitas (...y más). Son más de un millón de pasos y espero llegar pronto a esa cifra en visitas. Mil gracias por vuestro apoyo y espero también la difusión, pronto: Reflexiones finales. ¡¡Un abrazo!!

jueves, 9 de agosto de 2012

Enlace de la Historia completa

La historia completa a falta de las conclusiones:

http://www.mediafire.com/?yxvh33h588g8tf5

Hacia el millón de pasos.


28/07/2012


Día 17. Llego a Génova muy temprano, sobre las 10, después de haber dormido para variar muy mal. Busco la oficina de turismo, Génova es grande, está cerca del mar y me encanta. Finalmente me informan sobre el Albergue de la Juventud, a unos 4km cuesta arriba. Reservo, pero hasta las 14h (2pm) no puedo entrar en la habitación y ducharme, están limpiando. Al menos puedo acceder a internet y, en el blog, subir las entradas (post) anteriores. El camino ha estado lleno de altibajos como las últimas montañas que he tenido que pasar. Sin embargo, la etapa de hoy ha sido más bien de bajada, es emocionante la sensación de bajar a 55km por hora en la bicicleta, me encanta, supongo que tiene que ser mejor sin carga y sin dolor de espalda, jajajaja. Luego os cuento la decisión que he tomado, pero antes voy a acabar de contaros el día.
Finalmente, me he tomado una ducha, ahora soy persona, he bajado a la ciudad a comprar algunas herramientas necesarias para la bici, 4km para abajo, 4km para arriba, en el camino de subida me paro en una frutería, compro 3 plátanos por 0'93 y le pregunto si puede añadir una nectarina (como el melocotón en pequeño), entiende perfectamente que es para llegar al euro, me dice, "dame el 1€" y coge un puñado y lo mete en la bolsa y añade "una naranja te sentará bien para subir" y mete una naranja en la bolsa también. Por supuesto le doy las gracias y me quedo hablando con él. Es marroquí, "vecino mío" le digo y charlamos un rato agradablemente, otro agradable encuentro.
 Desafortunadamente, todas estas paradas y trayectos hacen que no me dé tiempo a visitar los museos que quería, a las 18h (6pm) cierran todo. Sin embargo, me tomo el tiempo para ver la ciudad, los edificios antiguos, aquello relacionado con Cristóbal Colón, la Universidad, el barrio renacentista, la Catedral de San Lorenzo donde hay una bomba que no explotó y algunos callejones oscuros. No quiero irme de Italia sin comer una pizza y, este es el momento, pero no quería un sitio turístico y como es tarde busco algún pequeño restaurante o bar de camino al albergue, como está tan lejos pensé en que no será turístico y será más autentico. La verdad, casi me arrepiento, buscaba algo familiar pero lo que voy encontrando son bares con gente barriobajera en la puerta, con las motillos aparcadas, fumando, bebiendo cerveza, nada encantador que digamos. Hay pizzerías pero son sólo para llevar, hasta que finalmente me encuentro una con un pequeño salón, ¡esta es la mía! No me queda mucho dinero y cuando es mi turno me dicen que no aceptan tarjeta de crédito, me dice que la pizza y la cerveza son 6€, compruebo la cartera y es justo lo que tenía, estoy de suerte, puedo despedirme con el sabor de Italia y es que he decido algo importante, hoy volveré a casa, tenía dos objetivos mínimos, aguantar al menos 21 días, han sido 18 y sin cuento mañana 19, a falta de dos días. ¿Por qué 21? La neurociencia dice que para que se produzcan cambios a largo plazo es necesario ser constante al menos durante 21 días, que es lo que suele tardar las conexiones en establecerse de forma duradera. No sé si lo habré conseguido, desde luego la experiencia ha sido muy intensa y me han quedado claras muchas cosas que expondré en los días siguientes. El segundo objetivo mínimo era llegar al menos hasta Génova, y lo he conseguido. La verdad es que me hubiera gustado seguir, hacer toda la costa Linguria (el resto de Italia, costa-oeste) pero el siguiente aeropuerto estaba en Niza y los vuelos ascendían a 900€, más los gastos de llegar hasta allí. Coger trenes es más barato, pero el coste venía siendo el mismo, más tiempo, más paradas. Incluso pensé en quedarme un par de días en Génova pero el vuelo más barato era al día siguiente. Esto es una de las cosas que me ha quedado claras, necesitas mucho dinero para poder viajar, aunque sea a pie, tienes que gastar en albergues y en comida, elementos de confort necesarios para continuar largas jornadas a pie. En otro caso, es casi vivir como un mendigo, quizá en la edad media era algo usual andar largas jornadas y los aldeanos ofrecían su apoyo a los caminantes, pero hoy en la vida moderna difícilmente entiende al viajero de a pie, pudiendo ir en medios de transporte, la diferencia: a pie sólo necesitas de ti mismo, usar medio requiere pagar los recursos que has despojado de la naturaleza y del sistema capitalista. En mi caso, no creo que haya gastado más de 100€ en el camino, lo que sale a 5,60€ al día, sin contar vuelo y equipamiento (mochila, olla, cargador solar, etc.). Para disfrutar de ciertas comodidades y estar bien, al menos el coste por día serían unos 20€ el albergue y unos 20€ comer por ahí, por lo que sería necesario al menos de 30 a 50€ por día. Poniendo el mínimo, 30€x18días=540€, aunque sé que la gente se gasta unos 1000€ aproximadamente en ese plazo de tiempo. Mi confort ha sido negativo generalmente pero el balance es más de lo que haya podido gastar en dinero, me llevo todo el viaje, la experiencia y la oportunidad de disfrutar de una bicicleta. Además de poder apreciar el confort que tendré con más ímpetu, con conciencia. Aún no he explicado el “por qué” de llegar a Génova, pero lo estaba reservando para el final. En Génova nació Cristobal Colón, tuve la oportunidad de ver su casa natal aunque sólo por fuera y también una estatua dedicada a él. Génova es una provincia con gran tradición navegante y se puede entender como eso influyó al que fue el descubridor de América. Es ese precisamente el motivo, mis pasos futuros me llevan a esa tierra que él descubrió en su segundo viaje, cerca de La Española, la primera isla que pisó, se encuentra Puerto Rico, donde me espera la mujer con la que voy a compartir mi vida. Mis pasos errantes me han llevado hasta aquí para marcar la historia. Antiguamente, los peregrinos iban a Santiago de Compostela o a Roma, su lugar de culto, a ellos les movían otros motivos. Yo ya me siento feliz por haber alcanzado este objetivo y lo volvería a hacer, quizá cuando mi situación económica sea diferente y sea un turista y no un explorador. Está aventura no ha acabado, quedan días de reflexión, quizá los justos para llegar a los 21días, tengo ideas en el tintero que merecen ser escritas con más calma y en el teclado de un PC. También subir las fotos y hacer un pequeño resumen. 

29/07/2012

Día 18. Me proponía levantarme más tarde a eso de las 7, justo cuando empiezan a servir el desayuno en el albergue pero ha sido imposible, los demás se han levantado a las 6 y no me han dejado dormir, tampoco estaba durmiendo realmente dado que los demás días me levantaba a las 4:30 ó 5, así que decidí levantarme también y hacer la maleta en condiciones, he tirado la ropa blanca (si se puede considerar blanca) dos camisas de algodón, una de aros y otra normal más otra deportiva. La de aros se volvió algo rosa y llena de manchas tras echarle lejía en uno de los hospedajes y me dieron la otra de algodón (en Siena) que ahora tiene unas manchas de suciedad que no desaparecen. La deportiva estaba tan sucia y deshilachada que no merecía la pena mantenerla al igual que los calcetines de ese día. También la esterilla, o aislante, un bulto innecesario para transportar (creo que fue 1'5€ en el Decatlón). No ha sido mucho pero he conseguido espacio y ya no tengo tantos trastos colgando. Las maletas accesorias de la bici las voy a utilizar como equipaje de mano, así que guardo lo que creo necesario para llevarlo en el avión. Por supuesto voy al aeropuerto en bici, no tardo mucho y llego temprano para poder desmontar la bici y envolverla en 5m de plástico de burbujas y cinta por todos lados, con el manillar plegado, los pedales quitados y las ruedas también y le añado un asa con la cinta para poder transportarla más fácil. Aún queda mucho para el Check-in así que aprovecho para escribir lo ocurrido ayer y hoy. Decir, que aunque me duché dos veces, hay algo que no se puede evitar, los tennis (zapatillas deportivas) apestan, tras 18 días conmigo, no sé, sí las lavaré o les prenderle fuego. No sé si hubieran durado mucho, se ve ya el desgaste de la suela y algunos pequeños rotos en el tejido, han sido sin duda muy buenas compañeras. Cuando llegué al aeropuerto me comí la fruta que me quedaba pero vuelvo a tener hambre, perdí mi oportunidad de sentarme plácidamente en el bar (el único que hay) cuando aún no había gente, en ese momento tenía la fruta y no quería gastar más dinero, tuve que sacar algo más en un banco por si lo necesitaba, tan temprano en el aeropuerto, no había nadie, justo cuando quiero ir a tomarme un café y tenía la bici empaquetada, llega un autobús, el bar está lleno. Mientras escribo, esto se convierte en un hervidero de gente. Estoy sentado en el suelo en un rincón cerca de los baños. Tendré que esperar a facturar y una vez libre de los bultos podré tomarme al menos un café.